Para el funcionamiento de las placas de enfriamiento y de los fermentadores y/o maduradores es necesario el suministro de agua a baja temperatura. Un banco de agua helada permite conseguir la temperatura de agua ideal para que estos equipos puedan aumentar su productividad, cuidando un detalle fundamental, el cuidado del consumo de la energía.

El agua se utiliza como fluido para el intercambio de calor. Esta se envía a baja temperatura hacia los canales del fermentador y/o madurador y a la placa de enfriamiento donde absorbe el calor del producto a enfriar, como consecuencia logra que el producto comience a bajar su temperatura. luego de esto el agua caliente retorna hacia el banco donde cede el calor al evaporador del equipo de frío para luego recomenzar el ciclo nuevamente.

El evaporador está ubicado en el mismo tanque de contención del agua y es el encargado de absorber calor del agua que retorna, esta baja su temperatura hasta congelarse. Este genera un bloque de hielo que cumple la función de pulmón, y lo que hace es almacenar energía, frigorías, de esta forma evitamos el uso excesivo del equipo de frío, logrando así una utilización inteligente y equilibrada de la energía eléctrica.

A la hora de definir la potencia del equipo de frío, es importante tener definido la cantidad de fermentadores, maduradores y placas de enfriamiento que debe alimentar el banco, también sería importante proyectar una capacidad excedente, lo que permitirá luego agregar más equipos a la línea fría.